Como ya os he comentado en otras entradas del blog, en ocasiones se aprenden muchas más cosas en clase de las que parece. No sólo acerca de tiburones, recetas o medidas, también sobre nosotros mismos. La semana pasada, cuando nos disponíamos a trabajar con las parejas que nos habían tocado para dibujar el tiburón pigmeo, una de las parejas no estaba conforme. No querían trabajar juntas, simplemente porque nunca lo habían hecho, y pensaban que no les iba a gustar. Les propuse que no trabajaran si no querían, pero que la pareja que les había tocado era esa y que si no lo intentaban, no tendrían opción a premio. Al final decidieron trabajar juntas... y descubrieron que tenían más cosas en común que diferencias. Decidí grabar su reflexión tras el trabajo, para que recordaran que no debemos cerrarnos a conocer a otras personas que en principio pensamos que no van a encajar con nosotros, porque nos perderíamos a personas formidables que realmente no son tan diferentes a nosotros. ¡Bravo por Covadonga y Ángela!
Qué bonito Juan. Sabes ver las oportunidades del otro aprendizaje y las aprovechas de forma constructiva. Y l@s niñ@s las reciben encantad@s.
ResponderEliminarMi más sincera admiración.
;)Elisa.
Bravo por ellas y bravo por ti, Juan.
ResponderEliminarFelicidades por este aprendizaje, que es para todos.
Lourdes