martes, 18 de marzo de 2014

Del mercado a la mesa

El jueves de la semana pasada la mamá de Jose Ignacio (Lourdes)  nos ofreció realizar una actividad muy interesante: Saldríamos al mercado para comprar los ingrendientes necesarios para una receta sencilla y muy sana: brocheta de frutas. Para ello, antes de salir, el profe escribió la lista de la compra y apuntó también las siete zanahorias que nos pidió la seño Natalia. También nos dio una moneda de 50 céntimos a cada uno, para poder comprar en la frutería del mercado. Otras mamás y un papá nos acompañaron, y allí en el mercado nos encontramos a algunos de nuestros abuelos y otros conocidos. Fuimos viendo todos los puestos, y en las fruterías compramos lo que íbamos necesitando, pidiéndolo nosotros solos y pagando entre todos. En una de las fruterías, incluso, nos regalaron un Aspito a cada uno. 











Cuando llegamos a clase fuimos siguiendo la receta paso a paso, siguiendo las indicaciones higiénicas de lavado de las manos y la fruta, y finalmente disfrutamos de nuestras brochetas con un toque de sirope de chocolate.

















Para finalizar, y una vez que limpiamos toda la clase, Lourdes nos habló de la importancia de tomar fruta, y nos contó lo que les ocurría a los marineros de hace un par de siglos cuando salían durante meses a la mar y no tomaban frutas ni verduras.


¡Disfrutamos mucho de la mañana al completo! Muchísimas gracias a Lourdes, Mamen, Ana, Carolina y Néstor por la ayuda y la compañía. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Un recado para la seño Natalia

La semana pasada fuimos al mercado a hacer unas compras. Pero el día antes, la seño Natalia se enteró de que iríamos, y vino a la clase a pedirnos un favor. Quería comprar zanahorias para su clase, para una receta que quería hacer con sus alumnos, pero no sabía cuántas le hacían falta. Sabía que necesitaba una zanahoria por cada cuatro niños, y que en la clase eran veintiocho en total, pero el número exacto de zanahorias que tenía que comprar no lo había calculado, y nos pidió que lo calculáramos nosotros. 
Cuando llegamos a clase vimos que era un poco difícil. Por cada cuatro niños quería comprar una zanahoria, pero ese dato sólo nos sirvió en principio para saber que había que comprar "menos de veintiocho". 
Decidimos que lo más fácil sería pintar primero los veintiocho niños, pero el profe pensó que sería más sencillo si en vez de pintarlo, poníamos un muñeco por cada niño.
En seguida vimos claro que lo que teníamos que hacer era rodear las nubas de cuatro en cuatro, y cada vez que rodeáramos cuatro pintaríamos una zanahoria.



Cuando estábamos terminando de rodear, todos empezamos a vaticinar cuántas zanahorias tendríamos que comprar. Todavía no estaban todos los muñecos rodeados, y nos liábamos un poco contando las zanahorias...

Al final hicimos el cálculo completo. Ya sólo nos quedaba cumplir con nuestro recado.


En el primer vídeo podéis ver como hablamos todos a la vez, nos movemos e incluso discutimos. En nuestra clase ocurre mucho eso, pero no es señal de que seamos alborotadores o desobedientes. Es que en el colegio, como en la vida real, cuando nos implicamos en resolver un problema lo vivimos desde la emoción, y desde ahí es desde donde ocurren todas esas cosas, y también desde donde aprendemos. Problemas como el que nos planteó la seño Natalia nos hacen utilizar las matemáticas en situaciones reales de la vida cotidiana, y eso nos hace implicarnos más y nos sirve para darnos cuenta de que las cosas que aprendemos en el cole son útiles y necesarias. 

miércoles, 12 de marzo de 2014

Un compromiso de paz.

Hace un par de semanas nos dimos cuenta de que cada tribu que conocíamos tenía algo que las identificaba. Los maoríes tenían sus pinturas faciales y su particular danza que creaba espíritu de equipo y unión, los aborígenes australianos el respeto y cuidado de la naturaleza, a la que trataban como a una deidad. Así que nosotros, como tribu, necesitábamos algo que nos identificara. Andrea propuso que fuera "la Paz", que fuéramos una tribu pacífica, y Nieves dijo que podíamos hacer un compromiso. Así que entre todos decidimos hacer un "compromiso de paz", a partir del cual actuáramos en clase y fuera de ella. 

   Nuestro compromiso nos llevó elaborarlo un par de días. Proponíamos cosas, desechábamos otras, completábamos lo que habíamos formulado anteriormente. No todos los besos son buenos por ejemplo, ni enfadarse está siempre mal. Los besos se dan cuando se quieren y a quien se quiere (y a quien quiera recibirlos), no pueden ser algo obligado; y enfadarnos a veces es inevitable, pero debemos procurar que no sea por tonterías...

Así, cuando ya tuvimos nuestros seis puntos, los redactamos bien y el profe los escribió en grande, los firmamos con nuestra mano y nuestro nombre y le hicimos un marco para que destacara en nuestra clase. Ahora toca cumplir el compromiso y convertirnos de verdad en una tribu pacífica... 

En el siguiente vídeo os explicamos por encima cuales son los seis puntos.



martes, 4 de marzo de 2014

Día de Andalucía

El miércoles de la semana pasada celebramos en clase el  Día de Andalucía. Cuatro alumnas de Ciclos Formativos de Educación Infantil del centro prepararon actividades para nosotros, compartiendo con ellas la mañana. Trajeron un enorme cartel con el mapa de Andalucía separado en provincias, y entre todos fuimos viendo características de cada provincia, monumentos, paisajes... Elaboramos un gran mural, bailamos sevillanas, esquiamos por la clase, hicimos de vaqueros como los que ruedan películas en Almería, nos pintamos como en los carnavales... finalmente coloreamos el mapa y lo colgamos en el tablón de la clase, dónde podéis verlo cuando queráis.  Terminamos la actividad desayunando pan con aceite y azúcar, y muchos incluso repetimos...
Muchas gracias a las alumnas y profesores de Ciclos Formativos por preparar esta actividad para nosotros. ¡Lo pasamos muy bien!